Reflexiones Semanales del 31 de Julio de 2022

“Somos una familia de fe”

Hay todo tipo de familias. Además de los biológicos, formamos familias en el trabajo, en el barrio, en los clubes y en las organizaciones. Para muchos, el atractivo de un equipo deportivo es la sensación de pertenecer a un grupo “similar a una familia”. Solo pregúntele a los fanáticos de Oriole que se están deleitando este verano con el éxito de un equipo joven y emocionante después de años de lucha.

Desde pequeña he tenido la conciencia de pertenecer a una familia de fe. Si bien mis primeros maestros fueron mis padres, hermanos mayores y parientes, muy pronto mi fe como cristiano católico fue influenciada y formada por otros. Tanto el clero como los laicos me enseñaron lo que significa ser un seguidor de Cristo con sus palabras y hechos. Puedo imaginarlos en mi mente como si fuera ayer.

A lo largo de mi vida, he sido bendecido con hombres y mujeres santos que me han guiado, desafiado y apoyado en mi viaje de fe. Si bien algunos han fallecido, su influencia sobre mí sigue siendo igual de fuerte. A su vez, espero haberme convertido en un ejemplo para otros que me sigan.

Sin embargo, mi historia no es única. Muchos han encontrado su familia de fe en una comunidad parroquial. Aquí en Prince of Peace y St. Francis de Sales, trabajamos para llevar el Reino de Dios a la gente de Edgewood, Belcamp, Joppa, Abingdon, Bel Air y otros lugares cercanos. En la primera página de nuestros dos boletines está nuestra Declaración de Misión/Visión, prometemos ver a Cristo en todos, adorar a nuestro Dios como comunidad de creyentes y proclamar el mensaje del Señor al mundo.

No dice que hagamos esto ‘a pesar de’ los unos de los otros, sino ‘unos con’ los otros. Llevamos a Jesús a los demás y finalmente alcanzamos el cielo, como familia. Toda la familia. Como cualquier familia, habrá luchas y desacuerdos, pero también habrá logros y armonía. Seremos egoístas y mezquinos, pero también seremos desinteresados ​​y generosos. No seremos perfectos, pero Dios nunca nos pide que seamos perfectos, solo que seamos fieles.

A medida que avanzamos, asumamos lo mejor, démonos el beneficio de la duda y vivamos todos los días siguiendo el “Gran Mandamiento” que nos dio Jesús,

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma y mente y a tu prójimo como a ti mismo”.

-Patrick Perkins