Reflexiones Semanales del 11 de Diciembre de 2022

“Alegría de Adviento”

Mientras que el resto de nuestra sociedad está en medio de la temporada navideña, nosotros, como cristianos católicos, nos encontramos en la temporada litúrgica de Adviento. A medida que nuestros días se vuelven más frenéticos a medida que completamos nuestra lista de verificación secular, la Iglesia nos llama a reducir la velocidad, reflexionar y prepararnos para la venida de nuestro Emmanuel. La clave es encontrar un equilibrio entre los mundos en competencia. En lugar de castigarnos cada vez que vemos una película navideña, vamos a una fiesta o celebramos un evento de temporada, aprecia el momento y agradece la oportunidad. En lugar de confinar a Jesús a las paredes de nuestra iglesia, encontrémoslo en todo lo que es bueno este diciembre.

Este Tercer Domingo de Adviento nos recuerda que este es también un tiempo de alegría. Nunca más, pues, este domingo, conocido como domingo de Gaudete (que significa alegría), nos tomamos un tiempo para mirar hacia adelante y compartir un atisbo de Navidad. La vela rosa/rosa se enciende en la Corona de Adviento y las lecturas de la misa este fin de semana están llenas de gozosas expectativas. Tomamos tiempo en esta temporada de arrepentimiento para celebrar a Jesús

Al mismo tiempo, sigue siendo importante preparar nuestras almas para la venida de Cristo. Lo hacemos haciendo tiempo para la oración, individualmente y en comunidad unos con otros. Sin embargo, esto requiere que pasemos tiempo a solas con el Señor. Si bien puede ser difícil encontrar tiempo para Jesús, es esencial para crear una relación con Cristo. Ambas parroquias, St. Francis de Sales y Prince of Peace ofrecen Adoración y/o Hora Santa para permitirnos ese tiempo. Al asistir a una de nuestras misas programadas cada domingo, compartimos la Liturgia de la Palabra y la Eucaristía con las familias de nuestra parroquia.

No es demasiado tarde para alejarse del ajetreo y el bullicio durante una hora más o menos, las lecturas y oraciones. Permítete escuchar la voz del Señor mientras abres tu corazón y calmas tu mente. Acepta a Cristo en tu vida como lo recibes en la Sagrada Eucaristía. Si lo hace, se irá renovado en mente, alma y cuerpo.

Que disfrutes estas últimas semanas antes de Navidad abrazando ambas estaciones, con todas sus tradiciones, y en el proceso crea un lugar donde Cristo sea bienvenido en toda tu vida. Entonces podemos regocijarnos cuando nuestro Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”, puede venir a nosotros y ser nuestra Luz en la Oscuridad.

-Patrick J. Perkins

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