Reflexiones semanales para el 5 de diciembre de 2021

Esta semana, celebramos el segundo domingo de Adviento. La Iglesia continúa su preparación para la celebración de la Navidad mientras los fieles esperamos con esperanza la Segunda Venida de Cristo. La lectura del Evangelio de hoy (Lc 3, 1-6) relata los viajes de San Juan Bautista mientras predicaba la venida del Mesías y la necesidad del hombre de arrepentirse de los pecados. Cumpliendo la profecía de Isaías, San Juan gritó: “Preparad el camino del Señor, endereza sus sendas”.

En este pasaje, el precursor de Cristo encargó a los que lo rodeaban, y a nosotros que leemos sus palabras hoy, que nos preparemos para la llegada de Jesús. Como Nuestro Señor reveló durante Su ministerio público, nadie más que Dios el Padre sabe cuándo regresará Cristo al mundo. Por eso, siempre debemos estar preparados para Él.

En esta temporada de Adviento, asegurémonos de mantener a Jesús en el centro de nuestras vidas. A pesar de las ansiedades del mundo, las distracciones de la vida diaria y las tentaciones de la cultura secular, esta es la oportunidad perfecta para volvernos a Cristo con todo nuestro ser. De esta manera, podemos prepararnos para encontrarnos con Él cuando regrese.

Y mientras esperamos con paciencia, utilicemos también la gracia que Cristo nos da en nuestro encuentro con Él en la Misa, en los sacramentos y en la oración. Mirando alrededor de nuestra comunidad y más allá, podemos ver a muchos otros que no parecen sentir la alegría de la Navidad. Ahora es el momento de compartir el amor de Dios y nuestro gozo cristiano con todos los que nos rodean. Sea el rostro de Cristo para aquellos que aún no lo conocen.

El Catecismo nos enseña que:

524 Cuando la Iglesia celebra cada año la liturgia de Adviento, hace presente esta antigua expectativa del Mesías, porque al participar en la larga preparación para la primera venida del Salvador, los fieles renuevan su ardiente deseo de su segunda venida. Al celebrar el nacimiento y el martirio del precursor, la Iglesia se une a su deseo: “Él debe crecer, pero yo debo disminuir”.

By Chris Brooks