Reflexiones Semanales del 25 de Diciembre de 2022

“Celebrando el Nacimiento”

“Porque un niño nos es nacido; a nosotros se nos da un hijo.” Isaías 9:6

¡Alegría! ¡Excitación! ¡Preguntarse! ¡Una promesa cumplida!

Todos los que alguna vez han sostenido a un bebé recién nacido en sus brazos conocen los abrumadores sentimientos de asombro y asombro, alegría y amor que brotan dentro de nosotros en ese momento. Y de hecho, cada nueva vida es un milagro lleno de maravillas enviado por Dios para bendecir a su mundo de una manera única. Sin embargo, el milagro de la Navidad supera con creces al de cualquier otro nacimiento.

El niño cuyo nacimiento celebramos hoy y durante toda la temporada de Navidad (que se extiende hasta la fiesta del Bautismo del Señor el 9 de enero) es el cumplimiento de la promesa de Dios de enviar un salvador a un mundo corrompido por la vergüenza y la corrupción del pecado. .

Hoy nos regocijamos de que nuestro Dios se haya humillado para hacerse uno de nosotros, para caminar entre nosotros, para experimentar nuestras pruebas y tribulaciones, para abrazarnos en lo peor, para ofrecernos el perdón, para demostrarnos un amor incondicional. El infante encontrado acostado en un pesebre por humildes pastores, anunciado por un coro de ángeles, anunciado por la más brillante de las nuevas estrellas, y buscado por los extraños más sabios y ricos es el Hijo de Dios, ¡y nuestro hermano! ¡Que comience la celebración!

La Iglesia nos ayudará a celebrar durante la temporada navideña al compartir las Escrituras que predijeron, relataron y explicaron todos los eventos asombrosos; cantando las hermosas canciones navideñas; decorando e iluminando la Iglesia y los terrenos con recuerdos de este estupendo evento. Y continuaremos la celebración en nuestros hogares y comunidad con banquetes, entrega de regalos y otras tradiciones transmitidas de generación en generación.

Pero tal vez otra forma de celebrar este año sería hacer como hizo María: reflexionar sobre todas estas cosas en nuestros corazones. Reflexionar sobre lo que significa tener al Niño Jesús en nuestros brazos y en nuestro corazón. Permitir que la maravilla y el asombro de este evento impregnen nuestro ser y transformen nuestras vidas.

¡Feliz navidad!

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