Reflexiones semanales del 23 de enero de 2022

San Francisco de Sales

La enfermedad está haciendo estragos en el mundo. Cambio climático. Animosidad dentro de las naciones y guerra entre ellas. La iglesia está destrozada. Las familias y las comunidades están divididas por la discordia de la política partidista.

A veces podemos sentir que los problemas de nuestro tiempo no tienen precedentes, pero este fue ciertamente el mundo en el que nació nuestro santo patrón, San Francisco de Sales, en 1567; y si somos honestos, reconoceremos que la mayor parte de la historia humana se ha vivido en estas condiciones. Nuestra iglesia está bendecida con una lista casi interminable de cristianos “estrellas” cuyas enseñanzas y vidas nos dan un gran ejemplo de cómo podemos responder a estos desafíos universales, y hay pocos mejores héroes de la fe que San Francisco.

Su principal misión en la vida era, francamente, imposible. El mundo cristiano se había dividido, con un gran número de cristianos que abandonaron la fe antigua y las enseñanzas de la Palabra de Dios. En cambio, siguieron a hombres que distorsionaron las palabras de Cristo para sus propios fines. Los líderes políticos de la época aprovecharon esta discordia y la utilizaron para sus propios fines. La misión de Francisco era llegar a un mundo hostil dentro de la propia cristiandad y volver a convertir a estas comunidades a las auténticas enseñanzas de Jesús. Francisco aceptó la Gran Comisión de Cristo a su iglesia: convertir a todo el mundo a Él.

Podemos reflexionar sobre cómo Francisco hizo esto. No insultaba a las personas, no amenazaba, no dividía, no odiaba a nadie; pero al mismo tiempo, nunca cedió ni un centímetro a las venenosas filosofías, enseñanzas e ideas que amenazaban al mundo de su época. Era compasivo y amable con todas las personas, sin importar sus creencias, pero también era un guerrero dedicado contra todo concepto, doctrina o ideología que se opusiera a las verdaderas enseñanzas de Jesús. No se centró en la lucha en curso; en cambio, se centró en cada persona, ayudándola a alcanzar la santidad, porque Francisco sabía que la única solución a los problemas seculares de este mundo es Cristo crucificado.

Podemos ver exactamente lo que Francisco enseñó porque sus escritos no solo existen sino que permanecen impresos hasta el día de hoy. Francis publicó sus escritos completos en enero de 1609 bajo el título “Introducción a la vida devota”, y ese libro nunca se ha agotado. No solo puede encontrarlo en su librería local, sino que también hay muchos lugares en línea en los que puede encontrarlo y leerlo de forma gratuita. Si encuentra que las reflexiones semanales presentadas aquí por sus compañeros feligreses y contemporáneos son valiosas y útiles, ¿cuánto más encontrará este libro, lleno de reflexiones de toda una vida del amable y humilde San Francisco de Sales?

-Bill Merlock

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