Reflexiones Semanales del 16 de Octubre de 2022

MAESTRO/DOCTORES DE LA IGLESIA

“Doctor” es el título de un maestro autorizado. En el Antiguo Testamento, era deber de los doctores exponer la ley (Deut. 29:10; 31:28). En el Nuevo Testamento, Jesús se encuentra con estos doctores en Lucas 2:46; 5:17. Según la Ley Nueva, los doctores son aquellos que han recibido un don o carisma especial como los “profetas y doctores” de la Iglesia de Antioquía (Hch 13,1) y de los cuales San Pablo dice que “Dios ha puesto a algunos en la iglesia; primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores” (1 Cor 12,28; Efesios 4,11). En la Iglesia primitiva, los maestros de las escuelas de catequesis eran conocidos como doctores audientium (maestros de los oyentes). Con el correr del tiempo, algunos de los más ilustres teólogos fueron designados como “Doctores de la Iglesia”.

El uso de Doctor como título académico data de la fundación de las universidades medievales y el grado implica una habilitación para enseñar en todas partes sin pasar por otro examen. El poder de crear doctores pertenece al Papa, pero él puede, ya menudo lo hace, delegar en universidades, seminarios y otras instituciones de aprendizaje. El candidato al grado debe ser cristiano bautizado y debe suscribir la profesión de fe formulada por Pío IV. Para los doctorados, la investigación ahora se considera generalmente la calificación principal y, en consecuencia, el trabajo del candidato se está volviendo más especializado.

Ciertos escritores eclesiásticos han recibido este título a causa de la gran ventaja que toda la Iglesia ha obtenido de su doctrina. Treinta y seis santos son honrados con el título de Doctor y San Francisco de Sales es uno. “Cuando el Magisterio proclama a alguien Doctor de la Iglesia, quiere señalar a los fieles, en particular a los que desempeñan en la Iglesia, el servicio fundamental de la predicación o que asumen la delicada tarea de la enseñanza y de la investigación teológica, que la doctrina profesada y proclamada por una determinada persona puede ser un punto de referencia, no sólo porque se ajusta a la verdad revelada, sino también porque arroja nueva luz sobre los misterios de la fe, una comprensión más profunda del misterio de Cristo”. (Papa San Juan Pablo II).

Las condiciones requeridas se enumeran en tres: erudición eminente (el corazón mismo del mensaje de la revelación en una versión fresca y original, presentando una enseñanza de calidad eminente), un alto grado de santidad (sólo los santos canonizados pueden ser declarados Doctores) y proclamación por la Iglesia (como declaración del Papa o de un concilio general). El decreto es emitido por la Congregación de Ritos Sagrados y aprobado por el Papa, después de un examen cuidadoso, si es necesario, de los escritos del santo. Nunca se había incluido a ningún mártir en la lista, ya que el Oficio y la Misa son para los Confesores. Por lo tanto, Sts. Ignacio, Ireneo y Cipriano no fueron llamados Doctores de la Iglesia. El Papa Francisco ahora ha anunciado a San Ireneo (alumno de San Polcarpo, quien fue discípulo del apóstol Juan y Padre apostólico de la Iglesia) como Doctor de la Iglesia.

MAC Y MARCIA HICKEY

Recursos: Respuestas Católicas y Nuevo Advenimiento