Reflexiones semanales del 10 de abril de 2022

Domingo de Palma

Hoy es Domingo de Ramos, una de las celebraciones más grandes en el calendario de nuestra iglesia. Las imágenes que acompañan este día son inconfundibles. Las atrevidas vestiduras rojas, la palma de cada una de nuestras manos está doblada o moldeada para que podamos mantenerlas cerca todo el año. Viejos y jóvenes acuden a recibir sus palmas y asistir a la misa.

Sin embargo, cuando era niño, siempre recibí este día con cautela. Recibía todos estos mensajes de que el Domingo de Ramos era un día feliz, un día de celebración. Pero parecía que no podía temblar el pensamiento de lo que estaba por venir. Como comienzo de la Semana Santa, el Domingo de Ramos fue el heraldo de la última semana de Jesús antes de su muerte. Siempre se sintió un poco mal celebrar sabiendo lo que vendría después.

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la frase “la retrospectiva es 20/20”. Y en casi todas las situaciones de nuestra vida, lo es. Ser capaz de mirar hacia atrás a una situación en nuestro pasado con la

la sabiduría que hemos adquirido nos da la claridad para ver las cosas como realmente eran.

Con el Domingo de Ramos, tenemos la capacidad de ver esta historia con una visión 20/20. Sabemos lo que viene. Sabemos cómo Jesús será traicionado, torturado, abandonado y crucificado. Pero en esta rara ocasión, creo que tener la vista completa de la historia puede dificultar tener una visión clara del día.

Para las personas que vivieron esta historia, no tenían idea de lo que vendría después y por eso pudieron experimentar plenamente la alegría de recibir a Jesús en Jerusalén. No había miedo ni preocupación. Simplemente amor por esta persona increíble y entusiasmo por estar en su presencia. Qué maravilloso sería traer un poco de ese entusiasmo a la época pasamos con nuestro Señor hoy? ¿Estar plenamente presentes en el gozo de estar con nuestro Dios?

¡Así que celebra hoy! es muy bueno Después de todo, presagia dónde estaremos dentro de una semana. Nos recuerda lo más grande que está por venir: la     resurrección de Jesucristo.

¡Feliz Domingo de Ramos!

– Erin Perkins