Del escritorio del diácono para el 23 de enero de 2022

Queridos amigos:

Nuestra lectura del Evangelio de hoy está tomada de los primeros capítulos de Lucas, donde cita a Isaías. Es el pasaje que habla de llevar el bien a los pobres, la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos.

En nuestra historia de hoy, Jesús ha regresado a Nazaret, donde creció. Esta es la ciudad natal de Jesús, por lo que todos lo  conocen. Jesús está acostumbrado a ir a la sinagoga en sábado. Obviamente, sirvió como lector porque Lucas lo tiene leyendo de Isaías. Cuando Jesús termina de leer el pasaje que escogió, le dice a la gente: “Hoy se cumple este pasaje de las Escrituras en presencia de ustedes”.

Estoy seguro de que puedes entender que esto no fue bien aceptado por la gente. Después de todo, Jesús es solo un carpintero, ¿no es así? ¿No se crió entre nosotros? ¿De dónde sacó toda esta información? ¿Cómo sabe que esto se está cumpliendo?

Esta es una de las pocas veces que Jesús le dice a la gente exactamente lo que está haciendo. Ha venido a hacer la obra de Dios, y prueba que su misión es hacer precisamente eso citando a Isaías. Jesús no solo proclama que hará el trabajo, sino que lo hace. Jesús cura a la gente de la ceguera y de muchas otras   dolencias. Los alimenta, se asegura de que tengan agua para beber y se da a sí mismo para que otros puedan tener una vida mejor. Si se lo permitieran, los ayudaría a liberarse del cautiverio del pecado.

Ya sabes, las cosas realmente no han cambiado tanto. Jesús nos ofrece las mismas cosas que ofreció a la gente de su tiempo. Él puede liberarnos del cautiverio. Él puede mostrarnos cómo vivir nuestras vidas para que no seamos controlados por la vida sino que controlemos lo que la vida nos da.

¡Paz y Todo Bien!

diácono jim