Este miércoles será miércoles de ceniza. La Cuaresma es una de esas cosas que no creo que muchos de nosotros esperemos con ansia. Tenemos que ayunar, hacer penitencia, sacrificio, mantenernos a esos compromisos de sacrificio, y sentirnos culpables cuando inevitablemente fallamos en algún momento. Es similar a hacer una limpieza de jugo espiritual – nunca la primera opción de alguien. Cuaresma puede sentir como esa cosa que tenemos que hacer para llegar a Pascua.
Sin embargo, es una temporada muy necesaria no sólo en el año litúrgico, sino en nuestra vida. Y no necesitamos sufrir a través de él. Cuaresma puede ser algo que realmente abrazamos. El músico que viene, Mon RovÎa, tiene una canción llamada City on a Hill. Es hermoso y recomiendo que le preste atención. Si usted está en TikTok o Instagram, probablemente ya ha oído el clip de él circulando por Internet. Él canta: “¿Puedes estar quieto? Hay un vacío que sólo puede llenar el silencio”. Algo en esas palabras y la melodía ha resuena con una paz que la gente anhela.
Nuestro mundo trata de convencernos de que debemos ser sin parar. Que tenemos que estar constantemente en marcha. Y si no vamos o crecemos, de alguna manera estamos fallando. Pero eso no es realidad. Los árboles y las plantas necesitan una temporada de invierno para florecer. Necesitan tiempo para descansar, entregar el suelo y derramar ramas muertas. La Cuaresma es la temporada de invierno para nuestras almas.
¿Podemos estar quietos? Necesitamos la quietud para encontrar lo que es importante. Para reflexionar sobre dónde estamos. Para añadir cosas buenas que nos alimentan y recortan las cosas que no lo hacen.
Hay un vacío que sólo el silencio puede llenar. Porque a través del silencio, hacemos espacio para Dios. Para mudarnos. Para hablar con nosotros. Ser el centro de nuestro espíritu. El desafío es permitirnos pasar el tiempo.
Qué suerte para nosotros de que ese tiempo se construya en nuestros calendarios. Este año, nos ofrecen otra oportunidad no sólo para abrazar la Cuaresma, sino también para disfrutarla. Llega sólo una vez al año. Aprovechemos la oportunidad mientras podemos. Disfruta de la quietud. Rellene la comida. Y usa ambos para ayudaros a florecer completamente en el año que viene, tal como Dios lo quiso que hicisteis.
Erin Perkins
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