Reflexiones Semanales del 4 de Diciembre de 2022

Celebrando el Segundo Domingo de Adviento, hoy leemos del Evangelio de Mateo (3:1-12). En este pasaje, San Juan Bautista, el último de los profetas, nos da mucho que pensar. Dios había estado preparando al mundo para la venida de Jesús durante siglos. Juan fue su advertencia final para prepararnos para Cristo arrepintiéndonos de nuestros pecados. Nuestro Señor regresará un día, después de todo, y no queremos que nos encuentre en un lío.

Bajo esta luz, el Adviento es un tiempo maravilloso para participar en el sacramento de la Penitencia o Confesión. Cada sacramento es un encuentro con Dios. Al examinar nuestra conciencia, reconocer nuestros errores y buscar el perdón, nos acercamos más a Él. Fortalecemos nuestra relación, construida sobre el amor, la confianza y la buena voluntad.

Habrá un Servicio Bilingüe de Penitencia de Adviento en la Iglesia Principal St. Francis de Sales el martes 13 de diciembre a las 7:00 p.m. El Padre tiene muchas gracias que quiere compartir con nosotros, ¡así que tomémoslas!

En esta época del año, hay tantas cosas que hacer. Pero consideremos de qué se trata y mantengamos a Cristo como nuestro enfoque. Por su gracia, entre el ruido y la prisa, prepara el camino y endereza sus veredas. Prepárate para encontrarte con Él en los sacramentos. Prepárate para encontrarte con Él cuando venga de nuevo.

El Catecismo nos enseña:

524 Cuando la Iglesia celebra cada año la liturgia de Adviento, hace presente esta antigua espera del Mesías, pues, participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el deseo ardiente de su segunda venida. Al celebrar el nacimiento y el martirio del precursor, la Iglesia se une a su deseo: “Él debe crecer, pero yo debo disminuir”.
– Chris Brooks