Libertad Religiosa
La libertad religiosa ha sido un principio de nuestra fe desde los primeros días de la Iglesia. Los primeros discípulos a menudo sufrieron por su fe. La amenaza a la vida ya la libertad era una parte real de la experiencia cristiana.
Han pasado milenios, pero las amenazas continúan. Reconociendo esto, el Concilio Vaticano II promulgó Dignitatis humanae, la Declaración sobre la Libertad Religiosa. En él, el Concilio afirmó que la libertad religiosa es un derecho otorgado por Dios y parte de nuestra dignidad humana. Debemos ser libres para servir a Dios como Él nos llama.
La fe en Dios y la aceptación de las creencias religiosas de los demás están cayendo, y esto, entre otros problemas, ha desafiado nuestras libertades. Desde 2020, EE. UU. ha sufrido más de 100 actos de vandalismo, incendios provocados y robos en iglesias. En algunos de los peores casos, los locos han asesinado y aterrorizado a los fieles en los bancos.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Primero, reza. Ore por gracia para vivir su fe. Ore para que los líderes protejan nuestro derecho al culto. Oren por nuestros enemigos. Y oren por los mártires que sufren hoy en el nombre de Jesús.
A continuación, reflexiona. Mientras celebramos la independencia de nuestra nación, piense en lo que significa para usted la libertad de culto. ¿Cómo te ha bendecido Dios en esta libertad? ¿Qué significaría para ti si alguien te dijera que ya no puedes seguir a Dios según tu conciencia?
¡Y actúa! Ejerza sus derechos y vaya a Misa. Comparta lo que significa para usted la libertad religiosa. Servir a nuestra comunidad y apoyar a otros que lo hagan. Y comuníquese con sus funcionarios electos y pídales que protejan nuestro derecho a la libertad religiosa. Para obtener más información, visite: www.usccb.org/committees/religious-liberty.
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